El hombre fue creado a la imagen espiritual de Dios, para ser como Él en carácter. Es el objeto supremo de la creación de Dios. Aunque el hombre tiene un enorme potencial para el bien, está manchado por una actitud de desobediencia hacia Dios llamada «pecado». Esta actitud separa al hombre de Dios.



Escrituras de referencia: Génesis 1:27; Salmo 8:3-6; Isaías 53:6a; Romanos 3:23; Isaías 59:1-2